Las calles solitarias
Las calles solitarias, tortuosas, de esta vieja ciudad, con la hidalguía de sus nobles blasones medievales alcorzando fachadas y arquerías, ascienden, por oscuros empedrados, hacia la parda, mística colina que a modo de atalaya acecha la meseta y las marismas, en compaginación de un doble mundo, ambos de inmediatez y lejanía. Aquí naciste tú, pero más tarde de mi primera, plácida visita, cuando eran todo mi interés las piedras y la historia tras ellas escondida. Tú vendrías después, y qué otra historia tejeríamos ambos, a la orilla de dos vidas distantes que intermitentemente confluían.
Feliz, en estas calles, a mi modo, antes de ti. Cada portal o esquina, me hablaban con su propia voz de tiempos que sólo por los libros conocía. Mas los libros son mudos, o su voz tiene un tono de rutina; no hablan como las piedras, que tienen lengua viva y algo en su voz murmura misterios que en mi oído resucitan.
Y la vida real, por esas calles, antes de grúas, autos y turbinas, era Arcadia bucólica, casi silencio y paz, sin más intriga que las necesidades imperiosas de gentes primitivas.
El carro de la hierba del que parsimoniosos bueyes tiran, avanza lentamente y sus ruedas chirrían.
Los monjes, enclaustrados en la serenidad de la abadía, alzan sus voces de solemnes tonos sobre la habilidad del organista.
Y las mujeres, en oscuro atuendo, vuelven del pozo, con la gallardía del cántaro pesado en la cabeza, que como en danza mágica equilibran.
Todo esto antes de ti, las piedras cantan. Mucho antes de tú y yo, de nuestra orgía de sueños, de proyectos, de sucesos, que hicieron nueva esta ciudad antigua.
Hoy no me hablan las piedras en el tono ancestral con que solían; me hablan como los libros, sin calor en la voz; están heridas por tu presencia en mí, porque conocen el tono de ansiedad de tus caricias, el misterio que enciende y entrelaza primavera y otoño en nuestras vidas.
Las calles solitarias, silenciosas, han dejado de estarlo; las caminan dos amantes en gracia y alborozo, que las revitalizan.
Los Angeles, 18 enero de 2013
Francisco Alvarez Hidalgo
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Hola como estan?? yo la verdad que fastidiada...si ya se que me
quejo mucho, pero si no digo yo algo, nadie me lo dice...el brazo
pues bueno, mas o menos va...pero ahora me salio una pequeña
ulcera en el ojo operado....se lo pueden creer!!! uuff...no termino
de salir de una cuando tengo otra encima, en fin estoy para que me
tiren al camión de la basura.
Feliz domingo amigas y amigos, sean felices...lo merecen.
ZARA
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