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De: Maite998 (Mensaje original) |
Enviado: 22/05/2014 14:37 |
Patrimonio Cíes
Científicos y naturalistas destacan su riqueza biológica de las islas y confían en su declaración como Patrimonio de la Humanidad j.a. otero ricart // fotos: r. grobas 01.12.2013 | 10:31
Uno de los mayores enclaves del mundo de cormorán moñudo; la colonia más grande del planeta de gaviota patiamarilla; un ecosistema marino de gran diversidad biológica, con un importante bosque de algas pardas; cordones dunares de relevancia botánica; plantas endémicas en peligro de extinción€ Son algunos de los tesoros naturales que se encuentran en las islas Cíes, un archipiélago que acaba de iniciar su andadura para optar a la declaración de Patrimonio Natural de la Humanidad de la Unesco.
Las aves marinas que utilizan los acantilados de las islas de Monteagudo, Faro y San Martiño para anidar constituyen una de las joyas naturales más importantes del archipiélago vigués. La escasa presencia humana, unida a los buenos sitios de cría y la abundancia de recursos marinos hacen de Cíes un lugar privilegiado para una gran variedad de aves, especialmente las marinas, aunque tampoco faltan las terrestres y las migratorias. De hecho, el archipiélago de Cíes -también el de Ons- está catalogado como zona ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) según una directiva de la CEE. Destacan como nidificantes la gaviota patiamarilla, el cormorán moñudo, la gaviota sombría y el paíño europeo, ya sea por la singularidad de las colonias o por el elevado número de individuos que componen las mismas.
La colonia de cormorán moñudo de las Islas Atlánticas, con más de 2.000 parejas reproductoras, constituye uno de los mayores enclaves del mundo de esta especie y concentra casi el 50% de la población española así como el 80% de toda la población cantabro-atlántica (subesp. aristotelis). En la actualidad, el cormorán moñudo está cualificado como especie en peligro de extinción. Por otra parte, en Cíes se encuentra la mayor colonia del mundo de gaviotas patiamarillas, con 22.000 parejas. Aunque en este caso su elevado número constituye un peligro para otras especies.
Muchas cosas han cambiado en las Cíes desde aquellos años 60 en que Estanislao Fernández de la Cigoña las visitaba para anillar aves o cuando divulgaba su riqueza natural para los lectores de Faro de Vigo. "Las Cíes a las que yo iba casi no se reconocen. Todo ha progresado en progresión geométrica, en la mayoría de los casos para bien, y en otros sorprendentemente para mal, aunque se están tomando medidas", señala el naturalista al referirse a la presencia del visón americano en Cíes. Lamenta también De la Cigoña la pérdida de colonias de aves marinas "interesantísimas" que en su tiempo había descubierto en islotes separados de Cíes, como el paíño europeo; "los araos desaparecieron hace tiempo", comenta.
"Destacar la colonia de gaviota patiamarilla resulta obvio, pero no es importante, porque hay tantísimas gaviotas en todas partes€ si hubiera menos sería incluso bueno para el Parque Nacional das Illas Atlánticas, porque habría más cormoranes, más pardelas cenicientas, más paíño europeo, pues la gaviota es un predador extraordinario. Yo he visto gaviotas matando palomas o urracas, e incluso gatos pequeños". Para De la Cigoña, más que la importante presencia de gaviotas, el mérito de Cíes habría que buscarlo en la colonia de cormoranes, o en el establecimiento de la pardela cenicienta y del paíño europeo; el mérito estaría más bien en la conservación de las plantas endémicas de Cíes o las que se extienden por la costa atlántica gallega como la camariña.
"El valor de Cíes son las aves que crían allí -añade el naturalista gallego-. Recientemente, además, han vuelto otras especies, como el chorlitejo patinegro, criando en la playa de Rodas, o el ostrero, que volvió a criar en el Parque. Este es el valor que un naturalista le da a un parque nacional".
El hecho de que se proponga al archipiélago vigués como Patrimonio de la Humanidad le llena de orgullo, pero también le da "un poco de miedo, porque cuantos más adjetivos le pongas al parque más gente lo visita. Yo siempre dije que Cíes recupera en invierno lo que el turismo estropea en verano€ pero es que ahora también se busca turismo todo el año. Es difícil controlar tanta masa de gente€ cada vez tendrá que reducirse el número de visitantes".
Fondos marinos
La diversidad biológica de los fondos marinos constituyen otra de las joyas del archipiélago de las Cíes. La variedad de hábitats y procesos ecológicos favorece la existencia de un gran número de especies de algas, muchas de ellas vulnerables o raras, así como una rica fauna de invertebrados y peces. Los fondos rocosos son extraordinariamente ricos en comunidades biológicas; el infralitoral es el dominio de extensos bosques de grandes algas pardas, sobre todo Saccorhiza polyschides y Laminaria ochroleuca, considerados como la comunidad de mayor riqueza específica en el litoral español, como destacan desde el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, dependiente del CSIC.
Toda esta área es de gran importancia por sus especies de interés marisquero y pesquero, como el erizo, el choco, el pulpo, el mejillón, la almeja rubia, la navaja, la vieira, el percebe, la nécora, la centolla, el abadejo, el mero, la robaliza, el rodaballo y el lenguado.
Entre los vertebrados marinos se ha documentado la presencia de dos especies de tortugas, una foca y al menos siete cetáceos. Aunque la mayor parte de estas especies son visitantes ocasionales, la marsopa, el delfín común y el delfín mular, que utiliza estas aguas como área de reproducción y alimentación, son mamíferos marinos de presencia regular en las islas Cíes.
Investigaciones científicas
La riqueza de las aguas de Cíes hace que sean objeto de diversos estudios científicos. Uno de los últimos es el proyecto Cefaparques, que llevan a cabo científicos del CSIC bajo la dirección de Ángel Guerra, biólogo del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo.
Los objetivos del proyecto, que se inició en abril del pasado año, son localizar por primera vez en el Parque Nacional das Ilas Atlánticas las zonas de puesta de pulpo, sepia y calamar, identificar las variaciones temporales en las puestas de las tres especies y definir las condiciones topográficas, hidrográficas y biológicas de sus hábitats de preferencia. Todo ello con el objetivo de elaborar un plan de contingencia para la protección y conservación de sus áreas de puesta y/o alevinaje.
Los investigadores realizan periódicamente censos visuales en las Islas Cíes. "Hemos constatado, por medio de censos visuales con escafandra autónoma, que los fondos de Rodas presentan una elevada concentración de guaridas verticales con paredes de conchas de bivalvos excavadas por los pulpos en la arena", explica Manuel E. Garci, uno de los integrantes del equipo.
Además de en Rodas, el equipo ha llevado a cabo un muestreo dentro de "O Lago dos Nenos", barrera que une de forma natural las Islas de Faro y Monteagudo. "Este muestreo ha permitido comprobar su estado ecológico e incrementa el conocimiento sobre las especies marinas que en él habitan. Lo que más ha llamado nuestra atención es la abundancia de peces planos de gran tamaño que hemos encontrado en sus fondos arenosos", destaca Jorge H. Urcera, otro de los biólogos del proyecto y experto buceador.
Hasta la fecha se han realizado 80 censos visuales, mediante equipo de buceo autónomo, tanto en la cara occidental como oriental de Cíes, de los que se ha obtenido información biológica muy valiosa y que, próximamente, será publicada en revistas científicas internacionales. Asimismo, los resultados parciales están siendo presentados en varios foros científicos nacionales e internacionales.
Por otra parte, miembros del grupo de Ecología Pesquera del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo analizaron durante tres años -bajo la coordinación del investigador Fran Saborido- la biología, la ecología y el comportamiento de más de 1.500 individuos de pinto y maragota, y sus movimientos por el Parque Nacional das Illas Atlánticas (en la zona del islote de Viños) con técnicas de telemetría acústica dentro del proyecto Artevigo.
El proyecto Artevigo dio lugar también a la tesis doctoral del investigador David Villegas, que destaca la riqueza de hábitats de los fondos marinos de las islas Cíes. "Por la situación geográfica en que se encuentra el archipiélago -explica Villegas-, con corrientes más fuertes y por su posición más alejada de las zonas alteradas por el hombre, el agua está mucho más limpia que en las zonas internas de la ría. En cuanto a la biodiversidad, no es que allí se encuentren especies que no haya fuera, pero sí que descubres un mayor número de ejemplares, en mi caso de peces, y las poblaciones parecen estar más saludables. Hay peces más grandes a menos profundidad y agrupaciones de especies como rayas o pargos que fuera de allí son menos frecuentes. Además el archipiélago alberga la práctica totalidad de hábitats marinos singulares, como bosques de algas pardas o fondos de cascajo".
Además de las condiciones naturales, otro factor que juega a favor de la fauna marina de Cíes es que la pesca deportiva está prohibida, "lo que también contribuye a que algunas especies se encuentren en densidades mayores en el archipiélago. El mejor ejemplo es el pinto y maragota", añade el investigador del IIM. En el caso de que el archipiélago se declare Patrimonio de la Humanidad la protección será mayor, por lo que "se pondría todavía más en valor lo que ya se está dando a conocer a través de distintos proyectos de investigación", concluye David Villegas.
Un patrimonio sumergido por descubrir
El arqueólogo Miguel San Claudio ha iniciado la primera catalogación de los restos de barcos hundidos y otros restos arqueológicos en el archipiélago. Además de inventariar siete pecios y numerosas anclas de piedra, el equipo de San Claudio ha localizado lo que suponen un barco de la flota de Francis Drake. En la zona se descubrió en 1982 un anillo con sello ducal, y en 1991 se extrajeron dos sables cerca del bajo Berrón. En palabras de Miguel San Claudio, "Cíes cuenta con un importantísmo patrimonio submarino, pero las investigaciones son muy incipientes y queda mucho por descubrir". Lamenta que España"siga dando la espalda al mar, cuando tenemos uno de los mayores patrimonios subacuáticos del mundo".
Las islas de Julio César, los normandos y Drake
Año 61 antes de Cristo. En Roma, un joven y ambicioso político, Julio César, es nombrado propretor de la España Ulterior, cargo en que estaba incluido el gobierno de Lusitania. Allí se encuentra con la insurrección de habitantes de los Montes Herminios (la actual Serra da Estrela, en la provincia portuguesa de Beiro). Huyendo de la represalia, los herminios llegaron hasta Erizana (la actual Baiona) y cruzaron el mar para refugiarse en las islas Cíes. Julio César, que les había perseguido hasta allí, tuvo que improvisar la construcción de unas balsas, pues carecía de escuadra. Pero la expedición de sus hombres fue derrotada por los herminios. Tras conseguir que le enviaran barcos desde Cádiz, César ordenó un nuevo ataque que derrotó a los herminios, que estaban ya rendidos por el hambre.
Esta es la versión más común de la hazaña de los herminios resistiendo a los soldados de la poderosa Roma en las Cíes, aunque los historiadores portugueses sitúan el episodio en uno de los islotes próximos al Cabo Carvoeiro, frente a Peniche, al norte de Lisboa. Fueran o no las Cíes las antiguas Casitérides citadas por Herodoto y otros historiadores clásicos; fueran o no las islas donde César acabó con los herminios, lo que sí está probado es la presencia romana en las islas viguesas, que ya estuvieron habitadas en el periodo castreño, como lo prueban diversos hallazgos arqueológicos. En la isla Norte hubo un poblado, cerca del cual se ha encontrado un conchero y restos de cerámica.
Conocidas también en la Antigüedad como Ciccas Insulae (luego pasaron a llamarse Lancia la isla del sur y Albiano, la de norte), lo más probable es que durante los siglos de ocupación romana fueran constantemente habitadas, debido a su excelente situación. Durante la Edad Media las Cíes fueron habitadas por monjes de diversas órdenes, pero también por los Normandos. El archipiélago fue atacado en diversas ocasiones por piratas turcos y normandos, así como armadas invasoras, como la inglesa comandada por Francis Drake que en 1585 asoló las poblaciones de la Ría de Vigo. La heroica defensa de los vigueses obligó a Drake a abandonar la comarca.
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Gracias por tan buena información, las conozco y son como un paraiso, que pases un buen dia
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Y si pasas unos días en ellas vuelves nueva
me alegra que las conozcas ELO saludos |
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