En España también hay
ejemplos de playas en cuya arena podemos encontrar pequeños fragmentos de
vidrio. En Asturias existe una playa similar que tuvo su origen también en un
vertedero. Tras la cancelación del vertedero y limpieza, los cristales
permanecieron en la playa. En este caso la playa se convirtió en un lugar con
gran atractivo turístico y los cristales más grandes desaparecieron a manos de
turistas deseosos de guardar un recuerdo de esta playa.