El exministro socialista Miguel Boyer ha fallecido en la clínica Ruber Internacional, donde ingresó de urgencia esta misma mañana, según informan fuentes cercanas a la familia. La causa del fallecimiento de Boyer, que tenía 75 años, ha sido una embolia pulmonar. El que fuera ministro de Economía en el primer Gobierno de Felipe González sufrió en 2012 una hemorragia cerebral de la que se recuperaba lentamente.
Miguel Boyer Salvador (nacido en 1939 en San Juan de Luz, Francia, durante el exilio de sus padres) se ha ganado un hueco en la historia de España. Es un hombre reflexivo con fuerte carisma, cuyas opiniones suelen tenerse muy en cuenta, no exentas a veces de cierta polémica. Fue diputado del PSOE y ministro de Economía y Hacienda con Felipe González; se dio de baja por controversias sobre la incorporación al euro. Luego asesoró a José María Aznar y se incorporó a la Fundación FAES; también se dio de baja por ser contrario a la invasión de Irak.
Durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, éste le "escuchaba", aunque en su cabeza no cupo volver a la actividad política. En su tiempo se puso el embrión del contrato temporal y se inició una primera reforma de las pensiones que granjeó un vendaval entre PSOE y UGT. Boyer defendía la reforma laboral y el alargamiento de la edad de jubilación, instó a profundizar en las reformas estructurales que precisamente impulsó con el denominado decreto Boyer de liberalización de horarios comerciales y actualización de alquileres.
Cuando dejó de ser ministro en 1985, tras exigir sin éxito una vicepresidencia económica, pasó a presidir el Banco Exterior. Posteriormente, presidió CLH (la antigua Campsa) y trabajó para FCC. Ahora colabora en el grupo Hispania de José Ramón Carabantes y es consejero de Reyal Urbis y Red Eléctrica.
Conocido como "el superministro" en los años en que fue titular de Economía, Hacienda y Comercio con Felipe González, Boyer será también recordado por haber llevado a cabo la expropiación de Rumasa. Para la historia quedan las imágenes del presidente de Rumasa, José María Ruiz-Mateos, atacando al grito de "¡qué te pego leche!" a Boyer, a quien persiguió sin descanso disfrazado de Supermán o de presidiario, entre otras cosas.
De su etapa en el Gobierno socialista queda una estricta política monetaria dirigida a controlar la inflación, así como el choque ideológico con el entonces vicepresidente, Alfonso Guerra.