Energy Saver Pro, ahorrarás si te lo ahorras
17 febrero 2014
Se supone que es un ahorrador de energía, y su fabricante asegura que permite ahorrar un 75% en el consumo con sólo enchufarlo. No es cierto. Es un trasto inútil que además cuesta 45 euros en Internet. Incluso para devolverlo hemos encontrado pegas.
Si de verdad quieres ahorrar energía, recela de los presuntos ahorradores y consulta nuestra
Calculadora de Gas y Electricidad.
Energy Saver Pro (Electricity Saver Box) es un dispositivo que se vende con el reclamo publicitario de que promete reducir el consumo de energía en un 75% con sólo enchufarlo a la corriente. Pero lo hemos sometido a nuestras pruebas y, como otros productos similares, es totalmente prescindible.
No sólo no permite ahorrar absolutamente nada, es que encima tiene un precio desorbitado: 45 euros en la web del fabricante.
"Poner fin a las cada vez más altas facturas de electricidad. Fija en tu casa actual este nuevo dispositivo que te permitirá ahorrar energía". Éste es el lema del presunto ahorrador Energy Saver Pro. Pero, siguiendo las instrucciones del manual, realizamos dos mediciones de consumo de energía (con una carga de alrededor de 2 kW) con y sin el Energy Saver Pro, y pronto salimos de dudas, pues el consumo fue exactamente el mismo.
El fabricante asegura que el dispositivo permite ahorrar en un 75% el consumo interno, al reducir el "ruido" de la red doméstica por su fijación en una sola toma de corriente. No es así, y, además, el empleo de estos aparatos puede causar problemas, ya que el mal funcionamiento de la propia red podría afectar a los aparatos conectados, implicando posibles daños.
También se asegura que este producto ayuda a conservar los electrodomésticos, e igualmente no es cierto. Su principal componente es un condensador, que únicamente tiene una limitada capacidad para absorber picos de corriente. Además, este aparato no cuenta con ningún elemento de protección, filtro o interrupción. Por lo tanto, con datos objetivos en la mano, comprar este dispositivo es tirar el dinero.
Desde OCU desaconsejamos adquirir productos 'milagrosos' de este tipo. Por desgracia, este tipo de aparatos inservibles no son nuevos para nosotros. Hemos publicados en varias ocasiones valoraciones de productos similares, sin utilidad alguna. En 2010 ya elaboramos una información de otro presunto ahorrador, tan innecesario como el Energy Saver Pro.
Pegas para devolverlo
Por si fuera poco que el Energy Saver Pro no tiene utilidad alguna, nos hemos encontrado también con problemas al intentar devolver el producto.
El pasado diciembre compramos uno para analizarlo por 45 euros. En la web del artículo se citaba: "entiendo que esta compra no implica ningún riesgo, ya que en el plazo de 60 días a partir de la fecha de pago, podría devolver el producto y recuperar todo el dinero".
Pero no. En la práctica, nos encontramos con todos estos problemas al intentar la devolución:
En la web no hay ningún número de teléfono donde se pueda solicitar información sobre el proceso de devolución.
Respondemos al email que funcionó tan bien durante el proceso de compra, support@energysaver-pro.com, indicando que queremos devolverlo porque no estamos satisfechos.
Reenvían nuestro email al departamento de devoluciones, que contacta con nosotros chargeback@lifesisters.com, para decirnos: “Debido a que la empresa de importación y distribución está localizada en los Estados Unidos, donde se examinan los casos provenientes de todo el mundo, la devolución de su dinero podría tardar un poco -de 2 a 3 meses.” Sorprende que el envío se realice en 2 días y la devolución tarde 3 meses, pero no desistimos.
Respondemos al email de devoluciones pidiéndoles que nos indiquen dónde tenemos que enviar el producto. No recibimos respuesta a este email. En su página web encontramos un documento llamado Términos y condiciones, que se contradice con la información proporcionada durante el proceso de compra: de 60 para cambiarlo pasamos a sólo 10. Esto va incluso en contra de la normativa de la UE de desestimiento. En este documento se muestra una dirección de Estados Unidos, a la que, obviamente, no vamos a enviar el producto certificado debido a los costes que supone y a que nadie nos ha confirmado que ésa sea la dirección correcta de devolución.
Ante la falta de respuesta, a los cuatro días volvemos a pedir la misma información: dónde tenemos que enviar el aparato. Un mes después seguimos sin respuesta.
La conclusión de este asunto es que no hemos podido devolver el producto ante la falta de una dirección en España donde enviarlo. Nos preguntamos si nos devolverán el dinero en dos meses, como se nos asegura. De ser así, comunicaremos los trámites para que todos los consumidores que lo habéis adquirido podías devolverlo.
A OCU le sigue sorprendiendo que este tipo de productos se mantengan a la venta ante el pasotismo de las autoridades competentes, y que además y se publiciten en emisoras de radio nacionales.