Un colchón puede convertirse en el hogar de entre 10.000 y 10.000.000 ácaros. Estos pequeños insectos se comen nuestra piel muerta, algo que podría ser bueno. El problema es que también defecan en nuestro colchón, lo que puede causar asma y rinitis alérgica.
Con
- Bicarbonato de sodio
- Un tarro hermético
- Aceite esencial de lavanda
- Un colador
- Una aspiradora.
- Vierte 1 taza de bicarbonato de sodio en el frasco
- Añade 4-5 gotas de aceite de lavanda.
- Sella el frasco y agita bien.
- Quita todas las almohadas y sábanas de la cama.
- vierte el contenido del frasco y espárcelo por todo el colchón con un colador.
- Expande toda la mezcla por todos los rincones y grietas del colchón y déjala reposar durante al menos una hora. Durante este tiempo, el bicarbonato de sodio extraerá la humedad, la suciedad, la piel muerta y los olores desagradables.
- Pasada una hora es momento de aspirar toda la mezcla. Asegúrate de que todo ha sido aspirado.
- Repite en el otro lado del colchón.
Con este proceso el colchón está limpio, sin olores, y lo más importante: libre de ácaros.
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