«Acuérdate de esto siempre: para vivir felizmente basta con muy poco».
«El verdadero modo de vengarse de un enemigo es no parecérsele».
«Es ridículo no intentar evitar tu propia maldad, lo cual es posible, y en cambio intentar evitar la de los demás, lo cual es imposible».
«La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella».
«No desprecies la muerte, acéptala de buen grado, porque forma parte de lo establecido».
«No lo hagas si no conviene. No lo digas si no es verdad».
«Recuerdo a los hombres famosos del pasado: Alejandro, Pompeyo, Julio César, Sócrates y tantos otros; y me pregunto: ¿dónde están? ¡Cuánto han luchado, para luego morir y volverse tierra!».
«Pronto me llegará la orden: te has embarcado; has navegado; has llegado; desembarca…».
«En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma».
«Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad».
«Vive una buena vida. Si hay dioses y son justos, te darán la bienvenida en base a las virtudes por las que has vivido. Si no hay dioses, habrás vivido una vida noble que perdurará en la memoria de tus seres queridos. Y si hay dioses, pero son injustos, entonces no debes querer adorarlos».
«Tú tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos. Date cuenta de esto y encontrarás la fuerza».
«No vivas como si fueras a vivir diez mil años. Tu destino pende de un hilo. Mientras estés vivo, hazte bueno».