La Madre Teresa de Calcuta dijo:
Hemos sido creados para grandes destinos. Sólo tenemos que comprenderlos.
La compasión es como el vuelo del alma hacia el prójimo.
Debemos seguir esa voz de nuestra conciencia que es la voz de Dios. No hay nada que temer, y mucho que agradecer.
En el fondo todo creemos. Algunos se resisten porque no están dispuestos a un cambio.
El dice que no cree, ya está abrazando la idea de una creencia.
Déjanos predicar sin sermones.
No mediante palabras, sino con nuestro ejemplo.