Sólo el Amor de Una Madre
En el atardecer de un día poco
importante una mujer de belleza como no hay
otra daba a luz a una nueva vida con la
ternura y el amor que solo una madre puede sentir
por aquel que es sangre de su sangre y carne
de su carne, una nueva esperanza, el motivo de
sus rezos y llantos.
Tu te preocupas por todo, no le das paso a errores,
en cierta forma eres una santa inspiración, mueves
cielo y tierra, lo miras jugar y tu espíritu se regocija.
El siente dolor, su salud no se calma, durante unas
horas, tu respiración de madre se extingue y ruegas
para que seas tu, pero no debes, eres la columna de
sustento del pequeño, la sangre con que vive, la única
que lo entiende.
Ella se siente en un abismo, el le hizo malas jugadas,
caminas por un sendero de espinas con una única
confianza, así como ella es su guía, el pequeño le
presta su oído para escuchar palabras que le son
difíciles de asimilar, aun así, el comprende.
El pequeño llora, no delante de los demás, no
se puede permitir flaquear en los malos momentos,
pero como disimularlo, tu, su orgullo, su guía, su alegría,
esta agonizante, como va a vivir, que hará con la fiebre,
quien le va a secar las lagrimas que han brotado de su
corazón.
El carácter del pequeño confunde a la madre aduladora,
aunque en el fondo, lo siente, el sufre, no puede
describirlo, se le encoje las entrañas, mientras ella
sufra, solo se encogerán mas.
No llores mas sangre de mi sangre, carne de mi carne,
los buenos siempre son recompensados, y tu, que te has
consagrado a ese pequeño ser, mereces mas recompensa
de la que cualquier dios pueda dar.
Hoy te doy estas pequeñas palabras, algo muy pobre
en comparación al hermoso regalo de la vida, la
daría por ti, te doy mi alma, mi interior, eres para mi
y yo soy para ti, no encuentro mejor final, son palabras
sencillas pero se que las sabrás ver como en mi alma
se reflejan, te quiero mucho mami…
¡te quiero con todo mi corazón!
FELIZ DIA AMIGA
MAYO-3-2009
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