Ojos de melancólica tristeza Ocultos, mustios, bajo espeso velo, Una arcana y velada gentileza, Un bulto gris que esconde un justo anhelo Una infancia severa, una agonía, Una entrega sombría a un cruel destino, Una menguada juventud vacía, Una condena a un padecer mezquino. Una pena secreta, un desaliento, Un llanto seco, una ilusión perdida, Una cautividad, fraude irredento Que niega libertad y niega vida. Mujeres que sufrís y no defienden Vuestros hombres que crueles os oprimen, Que ciegos e ignorantes os ofenden Y os condenan... que ser mujer, es crimen. Con vosotras yo sufro, y me lamento Por no poder evitar tal atropello, Pero os amo y ofrezco el sentimiento De un amor que por ser lejano es bello. Rafael Marañón Barrio