Alójense en mi espalda tus abrazos, mézclame en tu abundancia, desemboca tus aguas en mi lago, y a arañazos arranca el beso que me dio otra boca.
Vendrás, te besaré, ya estoy besando la curva de tu boca. No es un beso recíproco, ni tenso, ni travieso, es beso que aún no sabe dónde y cuándo.
Beso ilegítimo, de contrabando, que desconoces, porque no va impreso sobre tus propios labios, en progreso de suavidad a exaltación, libando.
Te miro sin que puedas percibirlo, en fuego estoy, y no quiero extinguirlo, lo sientes en tu piel sin entenderlo.
Y sigo contemplándote, y sonrío, porque te reconozco como un río que ya fluye hacia mi, sin pretenderlo.
DE UN GRUPO AMIGO
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