Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que triunfar en una carrera o mantenerse delgada. Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche... Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada... Es llorar cuando ve a los niños contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo. Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo |