Moriría si te pierdo. Pues tu vida se ha hecho la mía,… tu y yo una misma esencia, aunque seamos personas distintas, aunque nuestros cuerpos se muevan por sí mismos, aunque no seamos exactamente iguales… tu vida es mi vida, y la mía es también la tuya. No se vivir sin tí, no sé que hubiera sido de mí si hoy no te tuviera, si no me hubieras encontrado, si no me hubiera dado cuenta a tiempo de que serías quien, traería a mi alma calma y amor. Te fuiste haciendo cada vez más importante para mí… te encargaste de irme haciendo sentir que tú eras la persona que curaría mis dolores pasados, borraría las huellas de mi pasado y haría que mi corazón se sintiera feliz. Tan despacio, tan lento pero tan fuerte me conquistaste, que te apropiaste dulcemente de mi presente, de mi futuro, de mi cariño, de mis metas y mis logros. Eres el amor de mi vida, pues te volviste el aire que respiro, el abrazo que siempre necesito, la compañía que nunca me falta, la mirada que siempre me tranquiliza, el beso que más me enamora… eres el hombre que me hace sentir verdaderamente amada.