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Esta mañana me desperté con un nudo por dentro. Sentía congoja, ganas de llorar y esa sensación de tristeza que te agobia y ni te deja pasar bocado.
Es un sentimiento que conozco bien. Me absorbe desde la cabeza hasta los pies. Pero sobre todo me oprime el corazón.
Estos dias, con la obra de casa me he desprendido de muchas cosas, eso que guardas durante tantos años y que está ligado a tí de una forma especial. Pero me dí cuenta de que son "cosas". Solo eso. Lo asumí bastante bien y sigo haciendo "limpieza".
Lo que no logro asumir es la pérdida no de algo, sino de alguien. Ni siquiera sé si es una pérdida. No sé nada. Quizás es éste no saber los motivos que han producido el distanciamiento lo que más me preocupa. Ya sé que no todo es para siempre, pero yo creía que esta amistad lo era.
Supongo que algo he hecho yo para que esto suceda pero no hay forma de saberlo.
Me dormí con estos pensamientos y ha sido peor el despertar con ellos. No sé que más puedo hacer aparte de los intentos que ya he hecho. Supongo que lo mejor es aceptarlo y aprender a vivir con eso.
Perdonar el desahogo.
DE LA REED