LAS JOYAS DE LA PRINCESA GINA

Escuché  una preciosa leyenda, donde un anciano del lugar contaba que en una pequeña isla del sur de Grecia, en el siglo XVIII, un conde joven y apuesto fue encantado por una bruja que se había enamorado de él y no había sido correspondida, convirtiéndolo así en piedra preciosa, brillante, y arrojándolo después a un estanque de aguas claras y cristalinas

La bruja le aseguró que estaría allí hasta que se cumplieran 3 requisitos a la vez, se juntaran agua, fuego y tierra, pasaron 14 años y un día muy luminoso, Gina una preciosa princesa, de cabellos largos y rojos como el fuego, ojos claros como el agua y tez tostada como la tierra, se acercó al estanque a refrescarse la cara, cuando le sorprendió algo hermoso en el fondo, lo cogió con sus delicadas manos y lo besó, en aquel instante la piedra preciosa se convirtió en un joven apuesto enamorándose ambos a primer golpe de vista.

El para demostrarle el gran amor que surgió entre ellos, mandó hacer para el gran día de su boda, un precioso aderezo de sortija, pendientes y brazalete, en oro blanco por todo el tiempo que estuvo él en el fondo de aquel cristalino estanque, con 14 brillantes en cada pieza uno por cada año de los que él estuvo allí hasta que se deshizo el embrujo y de 3 piezas por los 3 requisitos que la preciosa Gina cumplía e hicieron que él volviera a ser ese apuesto  y joven conde y así pudieran pasear su amo eterno. Desconozco su autor