Querido hijo:
Te escribo estas líneas para que sepas que
estoy viva . Te escribo lentamente porque sé
que no sabes leer deprisa. Si recibes esta carta es
porque te llegó, sino avísame que te
la mando de nuevo.
Tu padre consiguió un trabajo muy bueno,
tiene 500 personas bajo su poder. Cuida el
cementerio del pueblo.
No vas a reconocer la casa cuando vengas,
porque nos mudamos. La nueva tiene una lavadora
que no funciona bien: la semana pasada puse cuatro
camisas, tiré la cadena y todavía no las he
vuelto a ver.
A tu tía Carmen le pasa al revés que a mi:
ella cuando toma café no puede dormir, en cambio
yo, cuando duermo no puedo tomar café.
Finalmente enterramos a tu abuelo. Encontramos
el cadáver ahora con todo esto de la mudanza.
Estaba en el armario desde ese día que ganó
jugando al escondite. Lamento decirte, hijo,
que la semana pasada tu padrino se ahogó en
la destilería en un tanque de brandy. Varios
hombres trataron de salvarlo pero lucho
valientemente contra ellos. Tardaron tres dias
en apagar el fuego cuando lo cremamos.
Hoy tu hermana Julita tuvo un hijo, pero como
todavía no sé si es nena o nene, no se si llamarte
tía o tío. Quien hace mucho que no aparece
es tu tío Venancio, que murió totalmente
el año pasado.
Tu hermano José cerró el coche con seguro
y dejo las llaves adentro. Tuvo que volver a casa
para buscar el duplicado y poder sacarnos a
todos. El clima no es tan malo; la semana
pasada solo llovió dos veces; la primera vez
por tres días y la segunda por cuatro días.
La chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que
si la mandábamos con los botones puestos pesaría
demasiado y el envío sería muy costoso, asi que le
quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo.
Todos te extrañamos mucho, pero mucho
más desde que te fuiste. Tienes que escribirnos
contándonos como te va con tu novia
extranjera; no sabes como nos pusimos
de contentos cuando nos enteramos que
estabas en cama con Hepatitis, ¿es acaso
griega? Pues no lo aclaraste aún.
Esta carta te la mando por Juanelo que
va mañana por ahi. A proposito ¿puedes
buscarlo al aeropuerto?
Bueno, hijo, no escribo el remitente porque
no sé la dirección nueva . La última familia
gallega que vivió en esta casa se llevó los
números para no tener que cambiar la dirección.
Tu madre que te ama, YO
Pd: Te iba a mandar cien pesetas,
pero ya cerré el sobre.
D/A.

|