Viendo a Garrid!!!
Viendo a Garrid actor de nuestra tierra,
el pueblo al aplaudirlo le decía: "eres tú Garrid el cómico más alegre y feliz de la tierra" y el cómico reía.
Los altos lores en sus noches mas negras y pesadas iban a ver al rey de los actores,
cambiaban su esplín en carcajadas.
Cierta vez, y ante un médico famoso, llegose un hombre de mirar sombrío.
Sufro le dijo, doctor, un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío.
Nada me causa encanto ni atractivo, no me importa mi suerte ni mi nombre
y en un eterno esplín muriendo yo vivo.
Viajad, y os distareis.
Tanto he viajado !
La lectura gustáis ?
Tanto he leído.
Que os ame una mujer ?
Si doctor, yo soy amado.
Vas a los cementerios ?
Mucho, mucho yo he ido.
De vuestra vida actual tenéis testigos ?
Si doctor, mas yo no quiero que me impongan yugos.
Yo les llamo a los muertos mis amigos y le llamo a los vivos mis verdugos.
Pues me deja - agrega el médico - perplejo vuestro mal, mas no debes acobardar.
Toma hoy por receta este consejo que viendo a Garrid podéis curar.
A Garrid ? A Garrid ?
Si! Qué os asombra tanto? Si la más remisa y austera sociedad lo busca ansioso.
Tiene una gracia típica asombrosa y todo aquel que lo ve, muere de risa.
A mi me hará reír? A mi me hará reír?
Si, yo le juro.
Si es así - dice el enfermo - no me curo. Yo soy Garrid! Cambiadme la receta!!!
Cuantos hay que cansados de la vida,
enfermos de pesar,
muertos de tedio,
hacer reír como el actor suicida
sin encontrar para su mal remedio.
Y se pierde la fe,
se huye la calma
y solo abrojo nuestra planta pisa.
Es un relámpago triste la sonrisa
y el carnaval del mundo engaña tanto
que las risas son leves mascaradas.
Acá en el mundo aprendemos a reír con llantos,
y también, a llorar con carcajadas.
Manueva