Humildad
Si crees que ya conoces todas las respuestas, no hay
muchas posibilidades de que aprendas mucho de nada
nuevo. Sin embargo si tienes la humildad de admitir que
algo no sabes, verás que tienes todo un mundo de
conocimientos por incorporar.
Si el único punto de vista que siempre tienes en
cuenta es el tuyo te verás siempre contenido por una
perspectiva estrecha, limitada, estancada. Pero si tienes
la humildad de considerar las opiniones de los demás, tus
ojos se abrirán a todo un mundo de oportunidades.
Poniendo todos tus pensamientos y tu energía en tus
propias preocupaciones, percibirás a tu entorno como un
sitio frío y sin corazón. Sin embargo si tienes la humildad
de brindarte a los demás, la vida se volverá infinitamente
más cálida, alegre y plena.
El esnobismo, la falta de respeto, la grosería, el
engreimiento son expresiones desesperadas y patéticas
de inseguridad interior. La humildad, por el contrario, es
una certera señal de verdadera fortaleza y confianza
duradera.
La verdadera grandeza no surge de la arrogancia, el
egoísmo o del trato desconsiderado o agresivo. La
verdadera grandeza está firmemente enraizada en la
humildad.
Pon en práctica una real y sincera humildad mientras
recorres cada una de las instancias de tu vida. Y tu
grandeza propia y especial podrá ver la luz.
Gabriel Sandler
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