Lo iba llevando bastante bien hasta el tercer mes, pero un día mí mujer se agachó para coger un yogurt; ahí ya no aguanté más, tres meses sin tocarla, me tiré encima con todas las ganas, le arranqué la ropa con los dientes, le hice el perrito, la carretilla, la vuelta al mundo,.... la puse encima, debajo.... gritamos, gemimos, hicimos de todo hasta quedar exhaustos.