CUANDO TODO SE DERRUMBA
Dice A. Carrel que : “ El hombre no puede hacerse sin sufrimiento,
pues es a la vez el mármol y el escultor “.
La adversidad forma parte de nuestra vida y lo mejor que podemos hacer es aceptarla
cuando es irremediable y saber que hasta las mayores tragedias tienen su fin, no hay que perder el tiempo llorando por algo que no podemos cambiar,
y el lamento y la queja ante ellas, más allá de la reacción natural y momentánea,
no hacen sino debilitarnos y paralizarnos,
dejándonos sin capacidad de reacción.
No debemos hacer un drama del dolor cuando llega,
porque siempre extraemos de él alguna provechosa experiencia.
Y sin duda nos hace más fuertes, más sabios y más humanos.
Tratemos de ver algo positivo en cada una de las cosas negativas
que nos suceden y dediquemos tiempo y la ilusión
para disfrutar de lo que tenemos.
Y recordemos, con K. Gibran, que
“ Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve
a brillar entre las nubes “.
Tierno
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