"Una pareja de recién casados, se mudó a un barrio muy tranquilo.
En la primera semana en la casa, mientras tomaban café, la mujer reparó a través de la ventana que una vecina colgaba sábanas en el tededero.
_¡Qué sábanas sucias está colgando esa mujer!
Está precisando de un jabón nuevo...¡ Si yo tuviera confianza le preguntaría si ella quiere que yo le enseñe a lavar su ropa!
El marido miró y quedó callado.
Algunos dias después, nuevamente, la vecina colgaba nuevamente las sábanas y la mujer comentó con el marido:¡ Nuestra vecina continua colgando las sábanas sucias!
Así pasó un mes, hasta que un dia la mujer se sorprendió al ver colgada la ropa de la vecina.
¡ Mira ella aprendió a lavar la ropa!
¿Será que otra vecina le enseñó???
Porque yo no hice nada.
El marido con calma respondió:
¡¡¡No, hoy yo me levanté más temprano y lavé los
vidrios de nuestra ventana!!
Y es así. Todo depende de la ventana, a través de la cual observamos los hechos. Debemos mirar para nuestra casa, para dentro nuestro."
En vez de estar criticando a todo mundo o sintiendonos los maestros. . exhibiendo a las personas, diciendoles lo que deben hacer y lo que no, delante de todos los demas. . . debemos limpiar nuestra casa y los cristales de nuestras ventanas.. cuando apuntamos con un dedo a alguien. .. hay tres dedos que apuntan a nosotros....