MARGARITA
Te deshojo cada jornada
como una suerte incierta
una día me respondes: Sí.
Otro me das una negativa,
me acunas entre las dudas
blancas de tus pétalos
mostrando ese sol dorado
que atesoras en tu centro,
tan sencilla y humilde
eres la reina del jardín
de mis fantasías,
cubres de colores el verde
de aromas el cielo
y de ilusiones
este corazón sediento.
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