El error constante
Somos seres en evolución, y, por tanto, somos falibles.
Cuando erramos, debemos intentar reparar el error cuanto posible,
perdonar a nosotros mismos, asimilar la lección y seguir adelante. A menudo ocurre de sernos muy hábiles en reparar el error, perdonar a nosotros
mismos y seguir en frente, pero no muy eficientes para aprender la lección. Cuando no paramos para pensar acerca de lo que nos llevó a actuar de determinada
manera y lo que podemos hacer para no fallar nuevamente, nos quedamos
susceptibles de cometer errores nuevos en la misma área, ya que tuvimos la oportunidad
de aprender y dejamos que ella se huyese. Por eso, amigos, aprovechemos la ocasión del error para crecer y evolucionar, y no más
retornar al escalón anterior; hay muchas actitudes que podemos tomar frente a la vida, y optar
por permanecer en el error es la peor de todas. “Quien conoce a Jesús no se puede permitir el desculpismo constante, irresponsable, que domina un
número incontable de personas. No te justifiques los errores. Si posible, evita errar. Disculpa los caídos y ayúdales, pero lucha por mantenerte de pie”.
Joanna de ngelis

|