Ya la aurora despertó con una bella sonrisa
diciendo que amaneció y que imitemos con prisa
a ese ser que ayer soñó en un mundo sin ceniza.
Iniciemos ya la guerra sin bombas ni cañonazos
utilizando en la tierra la fuerza de los abrazos
para sentir donde quiera la libertad sin más lazos.
Demos abrazo a la madre por darnos amor y vida,
al hermano, a nuestro padre, quien trabaja cual hormiga
bajo el sol que da su lumbre sin temor al homicida.
Demos abrazo al amigo al hijo, a los compañeros,
al que ha sido un enemigo, al maestro, al limosnero,
a quien impone castigo al superior y al obrero.
Construyamos ya trincheras de ideales con mucho altruismo
para enfrentar a las fieras que siembran con egoísmo
políticas extranjeras con bombas y terrorismo.
Libremos con solo abrazos las batallas entre hermanos,
sin odio, sin más balazos, para soñar como humanos
en una paz sin pedazos hasta morir bien ancianos.
¡No más izquierda o derecha!¡No más pugnas entre estados!
cerremos ya esa gran brecha abierta por los malvados
en una Patria maltrecha sin trabajo y sin arados.
Héctor José Corredor Cuervo