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VIERNES SANTO (2 de abril)
Hoy muere. Al amanecer del viernes, le juzgan. Tiene sueño, frío, le han dado golpes.
Deciden condenarle y lo llevan a Pilatos. Judas, arrepentido, no supo volver con la Virgen
y pedir perdón, y se ahorca.
Pilatos se lava las
manos y manda crucificar a Jesús. Antes, ordena que le azotaran. La Virgen está delante
mientras le abren la piel a pedazos con el látigo. Después, le colocan una corona de
espinas y se burlan de él. Jesús recorre Jerusalén con la Cruz.
Nos dio a su Madre como Madre nuestra y hacia las tres se
murió y entregó el espíritu al Padre. Para certificar la muerte, le traspasaron con una
lanza.
Dame, Señor dolor de amor! Ojalá lleves en el bolsillo un crucifijo y lo beses con
frecuencia.
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