Pierdete en mi vida...
pierdete en mi alma, pierdete en mi cuerpo,
quiero que nazcas y mueras en mí;
ocultate en mis labios deseosos de tí.
Tus manos en mis pechos...
tu boca acariciando mis pezones,
entro en las nubes rozando tu sexo;
estoy en la cima si besas mis flores.
Y me mantengo ahí, en la cima de tus ganas...
en la cima, sintiendo tu lengua perdida en mí,
que sube y baja, me da placer;
y de repente se encuentra con mi lengua
hecha llamas.
Ven...! encontrarás la rosa florida...
es sutil y embriagadora su fragancia.
Ven...!, introduce tu daga en mí...
gime como un ruiseñor.
Pierdete en mi vida, pierdete en mi alma...
pierdete en mi cuerpo,
abandonate a mis deseos;
yo me moldearé a tí.
Saboréame y desliza tus dedos por mi espalda...
descubre cada rincón de mi piel,
aspírame, derríbame, elévame;
absorveme con tu pasión de hombre.
Ven...surteme de tu manantial puro...
de tu néctar dulce,
lléname de tu océano divino;
y serás adicto a mis sombras.
A la tierra ignorada por tí llegarás...
sucumbirás ante mis tesoros,
tus lágrimas querrán adornar tu cara;
llorarás de alegría en silencios rumorosos.
Pierdete en mí alma, pierdete en mi vida
pierdete en mi cuerpo...
nace y muere en mí...