Se que ahora estas utilizando tú tiempo aquí.
Después de agotar casi todas las fuerzas del día.
Y acudes a llevarte las palabras silenciosas del Alma.
Para ocupar el espacio que mantiene la Esperanza.
Llenarte de la paciencia que a veces desespera.
Ese instante para que aparques tu peso del dia a un lado.
Para que sonriendo, deslices tus dedos por tus lábios.
Y mandes un beso al viento, en la dirección que me encuentro.
Recordando tal vez el último dulce que sentiste en la boca.
Ahora te pido, que sueñes, quizás con el próximo beso.