Tú me acostumbraste
Tú me acostumbraste a ti
Haciéndome temblar y sentir
Y tu aliento se pegaba a mí
Como el mejor elixir.
Tú me acostumbraste a tus besos
Llenos de deseo y de pasión
Y yo me derretía con ellos
Y me entregaba sin vacilación.
Tú me acostumbraste a entender la luna
Donde cada noche le pregunto por ti
Y siempre me contesta sin duda alguna
Que sigues loco por mí.
Tú me acostumbraste a tu olor
Y hoy la vuelvo a sentir
Será que llega hasta mí tu amor
Para que así yo pueda vivir