En un barco viajaban diez personas que se llevaban muy mal, discutían y peleaban constantemente. Tanto se molestaban entre sí que decidieron dividir el barcon en diez partes iguales, y de esta manera, cada uno sería amo y dueño de su sector. Estando separados no se pelearían pensaban. Y así navegaron, tranquilamente hasta que uno de los hombres comenzó a agujerear el suelo con un taladro. Los otros nueve hombres al ver que el barco se estaba hundiendo, corrieron hacia él gritándole: -¿Qué haces? ¿estás loco? ¿nos quieres matar a todos? A lo que se respondió: -Esta es mi parte del barco, y en ella hago lo que yo quiero. Pero ya la última palabra no se escuchó, porque ya todos estaban en el fondo del mar, junto al barco