Para poder vivir, primero debemos poder disfrutar.
No hablo de ese estúpido y a veces enfermizo deseo de gozar, con que está obsesionada tanta gente y que a tanta gente echa al vacío y a la desgracia.
Para poder disfrutar debes estar libre, libre de celos, libre de odio y venganza, libre de cualquier pasión que divida tu interior y lo destruya.
Si sabes disfrutar, sabrás reírte y alegrarte.
Entonces estarás agradecido por el hecho de que el sol se levante cada día para ti. Te sentirás en la gloria porque tu cama es suave y tu hogar acogedor. Entonces encontrarás personas amables y a través de cada sonrisa vendrá hacia ti la amistad, a través de cada flor, cada palabra bonita, cada mano, cada abrazo!
Si puedes disfrutar tranquilamente de las cosas pequeñas, no hay duda de que vives en un jardín lleno de gloria.
MARCELA