Las realidades más grandes y más bellas,
tanto más las tendrás
cuanto
menos las poseas y retengas.
Si quieres tener el mar, contémplalo,
y abre tus manos en
sus aguas
y todo el mar estará en ellas...;
porque si cierras tus manos
para retenerlo,
se quedarán vacías.
Si quieres tener un amigo peregrino,
déjalo marchar y lo
tendrás...,
porque si lo retienes para poseerlo,
lo estarás
perdiendo
y tendrás un prisionero.
Si quieres tener el viento,
extiende tus brazos y abre tus
manos
y todo el viento será tuyo...;
porque si quieres
retenerlo
te quedarás sin nada.
Si quieres tener a tu hijo,
déjalo crecer,
déjalo
partir, y que se aleje,
y lo tendrás maduro a su regreso...;
porque si lo
retienes poseído
lo pierdes para siempre.
Si quieres tener el sol
y gozar de su luz
maravillosa
abre los ojos y contempla...;
porque si los
cierras
para retener la luz que ya alcanzaste
te quedarás a oscuras.
Si quieres vivir el gozo de tener,
libérate de la manía de poseer
y retener.
Goza de la mariposa que revolotea,
goza del río que
corre huidizo,
goza de la flor que se abre cara al cielo...,
goza teniendo
todo
sin poseerlo ni retenerlo.
¡Sólo así gozarás de la vida,
sabiendo que la tienes sin
poseerla,
dejándola correr sin retenerla!