Entré apresurado y con mucho hambre en el restaurante. Escogí una mesa bien lejos del movimiento, porque quería aprovechar los pocos minutos que disponía en aquel día para comer y corregir algunos errores de programación en un sistema que estaba desarrollando, además de planear mi viaje de vacaciones, cosa que hace mucho tiempo no tengo.
Pedí un filete de salmón con alcaparras en mantequilla, una ensalada y un jugo de naranja, a fin de cuentas, hambre es hambre, pero régimenes régimen, no es verdad?
Abrí mi PC portátil y me asustó aquella voz bajita detrás mío:
- ¿Señor, no tiene unas moneditas? - No tengo, muchacho. - Sólo una monedita para comprar pan. - Está bien, yo compro un pan para ti.
Para variar, mi casilla de entrada está llena de e-mail. Quedé distraído al ver poesías, lindas presentaciones, riendo con los chistes malos…
- Señor, pida margarina y queso para ponerle al pan.
…Percibo en esos momentos que el niño se había quedado allí.
- Ok. Voy a pedir, pero después me dejas trabajar, estoy muy ocupado, ¿si?
Llega mi almuerzo y con él mi malestar. Hago el pedido, y el mesonero me pregunta si quiero que saque al niño. Mi conciencia, me impide decir que sí. Digo que está todo bien. Que lo deje quedarse. Que traiga pan y un almuerzo decente para él.
Entonces se sentó frente a mi y preguntó:
- Señor, ¿que está haciendo? - Leo unos e-mail. - ¿Que son i-meil? - Son mensajes electrónicos mandados por personas a través de Internet (sabía que él no iba a entender nada, pero quería liberarme de sus preguntas). - Es como si fuera una carta, sólo que por Internet. - Señor, ¿Usted tiene Interné? - Tengo, sí, es esencial en el mundo de hoy. - Qué es Interné? - Es un lugar en el computador, donde podemos ver y oír muchas cosas, noticias, música, conocer personas, leer, escribir, soñar, trabajar, aprender. Tiene de todo el mundo virtual.
-Mi madre está todo el día afuera, llega muy tarde, casi no la veo, mientras yo cuido a mi hermano más pequeño que vive llorando, con hambre y entonces le doy agua para que crea que es sopa. Mi hermana más grande sale todo el día también, dice que va a vender el cuerpo, pero no entiendo, porque ella vuelve siempre con el cuerpo. Mi padre está en la cárcel hace mucho, pero yo imagino siempre a nuestra familia toda junta en casa, mucha comida, muchos juguetes en Navidad, y yo estudiando en la escuela para ser médico algún día.
- Eso es virtual ¿no señor???
Cerré mi pc… pero no a tiempo como para impedir que mis lágrimas cayeran sobre el teclado… Esperé a que el niño terminase literalmente de “devorar” su plato, pagué, y le di el dinero excedente… me retribuyó con una de las más bellas y sinceras sonrisas que haya recibido en mi vida y con un:
- “Gracias señor, usted es muy simpático!”.
Ahí… en ese instante, tuve la mayor prueba del virtualismo insensato en que vivimos todos los días, mientras la realidad cruel nos rodea de verdad y hacemos de cuenta que no percibimos!
Traducción al español: Rui Oliveira
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