Me enteré ayer tarde de tu alejamiento del grupo.

Es una pena.

Realmente una pena.

Muy triste.

Me parece una injusticia, Ave.

Pero así son las cosas...

Más allá de tu inmensa ayuda con los floripondios  me queda la imagen de una persona siempre dispuesta a sumar, ayudar, colaborar y a decir las cosas como son.

Que quede claro. En ningún momento, al menos en la discusión en el panel de quejas que derivó en polémica política, a mi entender le faltaste el respeto a nadie. Todo lo contrario.

Actuaste con toda corrección y dejando en claro tu postura de ciudadana venezolana con todo el derecho a opinar de tu país, sin que nadie se autoasigne autoridad alguna -mucho menos intelectual- para criticar u objetar tu parecer y el de ninguno que tenga su propia opinión.

Me tomé el trabajo de leer todos los mensajes un par de veces y, por las dudas, de copiar los más importantes y relevantes y llegué a la conclusión que fue todo lo contrario: te faltaron el respeto a vos, a mi y a varios que pensamos distinto. Desde el comienzo. Se burlaron, menospreciaron nuestras ideas y pensamientos, nos ningunearon y llegó el punto que hasta amenazaron.

Es una pena, Ave.

Para peor no tengo tu correo electrónico.

Espero que te llegue este mensaje y mis mejores y mayores saludos y deseos de bienestar.

Mis respetos, enviados por alguien que alguna vez te enfrentó, discutió y te reconoce enormes virtudes.