A N A M A R I A
Día a día nos sentamos frente al computador,
esperando encontrar del otro lado alguien que pueda
compartir con nosotros, nuestra soledad,
nuestras tristezas y alegrías.
Nos alegramos con escuchar una
voz lejana que nuestro corazón
siente cerca, nos emocionamos con
ver un rostro o una foto del ser que
jamás hemos tocado y soñamos con
algún día poder sentir cerca de
nuestro cuerpo.
(Gracias por tu linda amistad
y por todas las firmitas que sin conocerme
me has regalado que Dios te colme de Bendiciones)
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