YO QUIERO SER DIPUTADO por Roberto Arlt 'Señores: Aspiro a ser diputado, porque aspiro a robar en grande y a 'acomodarme'
mejor. Mi finalidad no es salvar al país de la ruina en la que lo han hundido las anteriores
administraciones decompinches sinvergüenzas; no señores, no es ese mi elemental
propósito, sino que, íntima y ardorosamente, deseo contribuir al saqueo con que se vacían las
arcas del Estado, aspiración noble que ustedes tienen que comprender es la más intensa y
efectiva que guarda el corazón de todo hombre que se presenta a candidato a diputado.
Robar no es fácil, señores. Para robar se necesitan determinadas condiciones que creo no
tienen mis rivales. Ante todo, se necesita ser un cínico perfecto, y yo lo soy, no lo duden
señores. En segundo término, se necesita ser un traidor, y yo también lo soy, señores. Saber
venderse oportunamente, desvergonzadamente, sino 'evolutivamente'. Me permito el lujo de
inventar el término que será un sustitutivo de traición, sobre todo necesario en estos tiempos
en que vender el país al mejor postor es un trabajo arduo e ímprobo, porque tengo entendido,
caballeros, que nuestra posición, es decir, la posición del país no encuentra postor ni por un
plato de lentejas, créanlo..., prefiero ser honrado. Abarquen la magnitud de mi sacrificio
y se darán cuenta de que soy un perfecto candidato a diputado. Cierto es que quiero robar,
pero¿Quién no quiere robar? Díganme ustedes quién es el desfachatado que en estos
momentos de confusión no quiere robar. Si ese hombre honrado existe, yo me dejo crucificar.
Mis camaradas también quieren robar, es cierto, pero no saben robar. Venderán
al país por una bicoca, y eso es injusto. Yo venderé a mi patria, pero bien vendida.
Ustedes saben que las arcas del Estado están enjutas, es decir, que no tienen un mal cobre
para satisfacer la deuda externa; pues bien, yo remataré al país en cien mensualidades, de
Ushuaia hasta el Chaco boliviano, y no sólo traficaré al Estado, sino que me acomodaré con
comerciantes, con falsificadores de alimentos, con concesionarios; adquiriré armas
inofensivas para el Estado, lo cual es un medio más eficaz de evitar la guerra que teniendo
armas de ofensiva efectiva, le regatearé el pienso al caballo del comisario y el bodrio al
habitante de la cárcel, y carteles, impuestos a las moscas y a los perros, ladrillos y
adoquines... ¡Lo que no robaré yo, señores! ¿Qué es lo que no robaré?, díganme ustedes.
Y si ustedes son capaces de enumerarme una sola materia en la cual yo no sea capaz de
robar, renuncio ipsofacto a mi candidatura.. Piénsenlo aunque sea un minuto, señores
ciudadanos. Piénsenlo. Yo he robado. Soy un ladrón, y si ustedes no creen en mi palabra,
vayan al Departamento de Policía y consulten mi prontuario. Verán que performance
tengo. He sido detenido en averiguación de antecedentes como treinta veces; por portación
de armas -que no tenía- otras tantas, luego me regeneré y desempeñé la tarea de grupí,
rematador, falluto, corredor, peguero, extorsionista, encubridor, agente de investigaciones,
ayudante de peguero porque me exoneraron de investigaciones; fui luego agente judicial,
presidente de comité parroquial, convencional, he vendido quinielas, he sido, a veces, padre
de pobre y madre de huérfanas, tuve comercio y quebré, fui acusado de incendio intencional
de otro bolichito que tuve...Señores, si no me creen, vayan alDepartamento... verán ustedes
que yo soy el único entre todos esos hipócritas que quieren salvar al país, absolutamente el
único que puede rematar la última pulgada de tierra argentina Incluso, me propongo vender el
Congreso e instalar un conventillo o casa de departamentos en el Palacio de Justicia, porque
si yo ando en libertad es que no hay justicia; señores...
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