TESTIMONIO DE UN ENFERMO MENTAL
Hola, soy un enfermo mental. Padezco Esquizofrenia, Esquizofrenia Paranoica.
Hace bastantes años, sin apenas síntomas, tan solo un silbido,
unas voces que me hablaban
y una sensación de que pienso demasiadas cosas a la vez, que querían hacerme mal, que me perseguian... y poco más.
No voy a explicaros lo que he sufrido y sufro, solo deciros que todo es superable con amor.
No penséis en la enfermedad…Sé que a veces nos encerramos en nosotros mismos y otras no paramos de hablar con gran elocuencia y que la convivencia es difícil,
pues somos tan vulnerables que una simple palabra nos hiere en lo más profundo… pero
“ No hay que dejarse vencer por el mal, antes bien, vencer al mal con el bien “.
Oración, buenos consejos, buena música, hacer algo…
toda la paz que podáis conseguir…
y no mirar por el propio interés, ( a ver si me aplico esto ).
Hay que buscar la verdad, decirle siempre la verdad al médico para eliminar dudas que nos confunden.
A nuestra familia, también la verdad, hay que compartir con ella nuestros pensamientos, nuestras ilusiones.
Sé que cuesta, porque parece que hablamos en otro idioma. Si a las personas sanas les cuesta, a nosotros mucho más. Pero siempre están ahí, recibiéndonos con amor.
Es muy gratificante saberse querido, nos quieren como somos… pero ellos también necesitan de nuestro cariño, ayuda y amor,
aunque no lo creamos así, aunque pensemos que los más necesitados somos nosotros.
Sentirse arropado por el médico, querido por los familiares y amigos, apoyado por otros, solo se puede resumir en alegría y se sienten ansias de compartirlo con otros que sabes que sufren como tú.
A los familiares de pacientes, os puedo decir que muchas gracias por vuestro amor, vuestra paciencia y caridad y tantas virtudes que atesoráis…
“ La ciencia de este mundo pasará “, pero la caridad con la que os dais, esa no pasará.
Aquí incluyo a familiares, compañeros, médicos y tantas personas que nos cuidan, comprenden y quieren.
Ánimo, seguid así, lo necesitamos.
Si algún paciente no puede pedir por su salud, las personas cercanas que pidan por él y su familia, para que el Señor les dé fuerza para sobrellevar la vida que nos ha tocado, que es muy dura.
Al prójimo hay que amarlo. Abandonémonos en la bondad de Jesucristo y pidamos con humildad, que siempre lo tenemos a nuestra disposición.
Hay que moverse rápido cuando podamos, mientras estemos lúcidos.
Yo quisiera dar ánimos a los enfermos como yo y a sus familias.
Y dar gracias a Dios y a vosotros por la ayuda recibida.
Un enfermo mental