Los católicos iniciamos éste tiempo con el miércoles de ceniza, es el momento de reflexión y actuación de nuestra vida sobre su sentido, su misión, su destino.
Se trata entonces de la conversión, o adecuación de nuestro ser, para existir y actuar como el mismo Jesús, gastando nuestra vida en servicio de los mas necesitados de fe, así obtendremos vida feliz, vida plena, vida eterna, vida con luz.
Es el tiempo de volver una mirada a nuestra propia existencia, observar sus deficiencias, volver a las formas más justas de vida, más solidarias, mas humanas, la cuaresma es un llamado para buscar nuevas formas de ser, siendo mejores discípulos de Cristo Resucitado.
Comenzando con la ceniza y concluyendo con el lucernario, esa noche de fuego y de luz, noche santa de Pascua y Resurrección de mi amado Jesús.