Encontrar a un amigo, es tener un tesoro, pues te ayuda a ver y superar tus defectos, no hay secretos, no te juzga, se preocupa y ocupa por tu bien ser y bien estar, no permite que te sientas solo, en la debilidad te fortalece sin aprovecharse de ti, te detiene en la caída, intuye tus sentimientos, tus deseos, tus necesidades, tus dolores y procura remediarlos aún sin que tu te des cuenta.
De la amistad se han dicho muchas frases, sin embargo, pocas tan profundas como:
- "Los amigos son dos que se ayudan como se ayudan entre si las dos manos, aquellos cuyas cosas son comunes, lo que hace de dos, simplemente uno”.
- "Amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas, una obra maestra a dúo” Aristóteles.
La amistad es la estrella que ilumina tu vida, es una conversación que siempre es demasiado corta, es comprensión, generosidad, cariño, comunicación, es ver al cielo cuando la soledad te abrace y saber que no estás solo, porque tu amigo está también mirando al mismo punto y acompañándote en oración
Saber SER amigo, es la única manera de TENER a un amigo, pues la amistad implica amor, servicio, sacrificio, sinceridad, rectitud de intención, auto-conocimiento, empatía. Solo el que sabe DAR es capaz, es susceptible, merecedor y por tanto VALORA tener un auténtico amigo, que daría la vida si fuera necesario por él.
Así el amigo es cireneo, báculo y fortaleza, al “cargar” al ser querido como Sam cargó a Frodo, con su cruz, con su vocación, para impulsarlo y ayudarlo. Esta es la única manera de ser auténtica y profundamente feliz, sirviendo y haciendo felices, aliviando a otros, en especial a los más próximos, amigos y familiares.
Busca tener el privilegio de SER y TENER por lo menos un amigo, al cual puedas decir con el corazón en la mano: te quiero, sabiendo que solo en la comunión y en el amor y en la correspondencia se puede ser feliz:
En tus fortalezas y en tus debilidades,
En tus éxitos y en tus fracasos,
En tus sonrisas y en tus lágrimas,
En tus euforias y en tus depresiones,
En tus aciertos y en tus errores,
En tu plenitud y en tu soledad,
En tus luchas y en tus descansos,
En tus virtudes y en tus defectos.
En nuestras anécdotas comunes,
En nuestras conversaciones sin fin,
En nuestras discusiones trascendentes,
En nuestros tropiezos que alertan,
En nuestras metas compartidas,
Así como el pañuelo que enjuga tus lágrimas,
Así tesoro de amistad,
Así te quiero.
Autor desconocido