El pañuelo de mis lágrimas, de mi frío fuiste abrigo, ay, compañera de aventuras, ay, muralla de mi castillo, aunque con distinta sangre los dos corazones unidos y porque sé que no hace falta tener el mismo apellido.
Eres esa hermana que siempre quise tener, eres la botella que siempre calma mi sed, nunca estaré sola donde quiera que vaya, siempre tendré tu escudo para ganar la batalla.
Eres el secreto de primeras experiencias, solo con una mirada y puedo saber lo que piensas, en lo malo y en lo bueno, en la suerte y la desgracia, siempre con buenas maneras y siempre con buenas palabras.
Confidente de mis sueños, de mis pimeros amores, aliento en las derrotas en las que rompen corazones. Espero que con el tiempo nunca se borre lo nuestro, espero que nuestras cosas nunca se las lleve el viento.