Cuando el Sol se esconde
en el horizonte de tu mirada,
es cuando las estrellas se acomodan,
en tus cabellos, iluminándome de día y de noche.

Cuando cae la noche sobre mi pecho,
te guardo un lugar a mi lado,
mientras te espero sentado en mi soledad,
para salir juntos a volar por el cielo y por el mar.

Y cuando el sueño cubre tus ojos y los míos,
nos volvemos a encontrar en nuestro mundo,
donde todo es magia y felicidad, pues es magia saber,
que estás distante en la realidad, y tan cercana en mis sueños.

Y tu cuerpo es tan armonioso,
como las notas de la más pura melodía,
que sonido a sonido cautiva esta alma mía,
esta alma que llenaste de mil emociones y mil sensaciones.

Y es por los momentos mágicos que me das,
que llegué a descubrir que el amor,
se me escondió en lo más profundo de mi ser,
pero llegaste tú para sacarlo, para cambiarlo.

Y cuando tu recuerdo visita mi corazón,
lo recibo con gotas de lágrimas llenas de felicidad,
lágrimas tan sinceras y tan puras como tú,
lágrimas que te agradecen por enseñarme a amar.

Y cuando habla el alma mía,
es porque tu amor entró en la vida mía,
arrancando toda pena y dolor que en ella existía,
habla el alma mía, te habla a ti amada mía.

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