Te adivino entre la sombra, tú miras a través del horizonte, yo miro a través de mi ventana.
La luz me obliga a pensar en ti, amado del alma... y te veo, a través de mi ventana.
Sonrío y tú estás ahí... sé que me quieres aunque no me digas nada.
Adivino lo que piensas, y lo que en tu alma pasa, pero nunca te declaras.
Maica
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