![Soledad](http://artenara.files.wordpress.com/2011/02/soledad2.jpg?w=448&h=301)
Acabarás
sola, como una piedra a la que nada puede decirle la corriente de las almas y el
palpitar del mundo.
Tu
soledad es niebla, es humo. No ves necesidades, no oyes lamento, no te sacude
la sed de vivir.
La
soledad no es física: es de espíritu, de alma.
A
veces, rodeados de seres, sentimos frío, y rodeados de ausentes queridos,
sentimos un gran calor.
A
veces, el encuentro de dos soledades produce compañía y la presencia de dos que
se repelen produce soledad.
A
veces estás desabrida, te rinde la nostalgia y vives una desesperada soledad que
no sabes curar.
Pero
quieres saborear sola tus lágrimas. Que no te recuerden tu deuda de amor con
los demás, ni tu deber de caridad para el mundo.
Agrandas tu soledad queriendo olvidarte de ella. Lloras
sola en tu almohada, nunca junto a un amigo o haciendo girar el tono de tus
recuerdos. Te aprieta el corazón un mundo donde la gente va en tropel de un
lado a otro… porque a veces la soledad es mundo, gente, superficialidad,
aturdimiento, nada.
Solo
la verás huir cuando enciendas tu propia luz, modeles tus propias raíces y
aprendas la lección y el prodigio del cotidiano vivir.
La
soledad más amarga es la de dos esposos en techos distintos. La soledad más
persistente, la del vacío de uno y la ternura de otro, que no saben
encontrarse. La soledad más desesperante, la de las manos que se atraen por su
tibieza y se separan por su orgullo. Eso de faltar a las manos el apretón, la
calidez además de soledad es aridez y sequía.
Cuando
te sumes en la soledad, todo es inútil. Como un pincel estático, sin
inspiración, sin deseos, sin ganas, sin nada.
Como un paisaje desolador,
desnudo, sin flores, sin hojas, sin nudos, sin pájaros, sin nido. ¡Un pincel
que torna oscuros todos los colores del universo!
La
soledad te está debilitando valores, bases y columnas. Algunas fisuras debes
tener, algunos espacios vacíos, algunas rendijas abiertas, algún resquicio por
llenar, cuando se te ha infiltrado tanto desperdicio, tanta inercia y tanta
soledad.
La soledad no deprime. Lo que deprime es amurallarse en ella.
Los achaques y las penas no aplastan. Lo que aplasta es nuestra mente, que los
agranda hasta que nos caen encima como un manto tupido e impenetrable de
soledad.
Las
limitaciones no destruyen. Lo que destruye es no querer lidiar con ellas ¡y
rendirse en nombre de la soledad!
Sacude la soledad, porque el mundo necesita tus hombros
para cruces más pesadas que las tuyas, necesita tus ojos para lágrimas más
tristes y más amargas que las tuyas, necesita tus manos para socorrer
necesidades más imperiosas y más apremiantes que las tuyas.
Necesita tus
palabras para que alguien reviva; tus brazos, para que alguien se sostenga, y tu
ternura, para que alguien se acuerde de que existe el amor.La soledad es la filosofía de lo negativo, donde
la noche no tiene amanecer, la jaula no tiene llave ¡y la tierra no tiene
flores!La soledad es como el
sollozo de la sonrisa, el tabique de la esperanza y el congelamiento de la
emoción.¡Como lesiona el alma la
soledad! ¡Como nubla la inteligencia, oprime el corazón y endurece la
vida!No arrastres una soledad que
te tiene como muerta, mientras en la tierra todo florece, palpita,
canta.Todo es un impulso y un
movimiento.No te escapes tú misma
de la felicidad tantas veces, huyendo como una paloma acorralada y con frío, sin
otra salida que la depresión.¡Sacude la soledad! Es un hueco hondo que no te deja ver
la luz. No te vacíes de alas, que hay sueños para todas las edades. ¡Sacude la
soledad, mujer! Y ama un poco más y un poco mejor. Autora:Zenaida Bacardi de A.