La detonación, que se trataba de un ensayo, se realizó a las 11:32 horas de la mañana del 30 de octubre de 1961, en Nueva Zembla, un archipiélago ruso situado en el Océano Ártico. El tamaño de la bola de fuego tuvo un radio de destrucción de 26,3 kilómetros a la redonda y hubiese causado quemaduras de tercer grado hasta los 100 kilómetros. Afortunadamente ninguna persona sufrió daño alguno.
Al tratarse de una prueba, finalmente se decidió reducirlo a la mitad y así minimizar las consecuencias, ya que consideraban que 50 megatones eran lo suficientes para dar un toque de atención a los norteamericanos sobre su potencial.
Cuando explotó, a una altitud de 4.000 metros, la nube de hongo que produjo fue de 64 km de altura (casi siete veces más alta que el Monte Everest) y un diámetro aproximado de 40 km de ancho. El destello de la explosión pudo ser visto desde mil kilómetros de distancia.
Como se trataba de una prueba, se decidió sustituir el uranio por el plomo y así realizarlo con una 'bomba limpia' que no dejaría apenas residuos radioactivos tras la detonación.
Fuentes de consulta: nuclearweaponarchive / mdl4