Los pétalos de tu libro son mis versos,
bocas de viento suspirando mi alma,
abra cadabra en la chistera de los adentros
desde el sentimiento que nos lleva en su magia.
Son tus gestos el ángel de mis locuras,
el demonio que augura mi paz y mi sol,
un florecer del amor en calles de mis lunas
agarradas a la cintura de tu latente corazón.
Amor equidistante a lo humano y sobrenatural,
un manglar de sensaciones comestibles
que nos dicta lo ilegible que escribe el palpitar
donde amar es un suspiro que nos coincide.
El poema de tus huellas van abriéndome paso
a los establos donde galopan mis instintos,
viaje contínuo por las rutas que cruzamos
tan apretados de manos como de alma y sentidos.
Esencia