Hola…
Aquellos magos (sabios) de oriente siguieron con fe la estrella que los llevaba a Belén, dejando de lado la comodidad de sus palacios para emprender una larga y peligrosa travesía con rumbo a la humildad y sencillez de un establo donde había nacido un Niño destinado a la salvación de la humanidad. Y así fueron a honrarlo con sus ofrendas simbólicas de oro, incienso y mirra.
Para nosotros ellos son un ejemplo a seguir: debemos dejar de lado nuestras comodidades, nuestras seguridades, nuestro apego al mundo material… y seguir la estrella que nos lleva a Jesús. Buscarlo con fe. Encontrarlo con alegría. Darlo a conocer con valentía. Compartirlo con generosidad. Y transformarnos también en “estrellas de Belén” que guíen a otros para que lleguen a Jesús.