Los rituales reinan en fin de
año
Cada cultura tiene su
creencia, y así los distintos países y
regiones transmiten sus ritos entre sus habitantes
Balances, análisis, sueños por cumplir, listas de objetivos,
corridas y en medio de un contexto de la agonía de un año que se va, rituales
para que el que se viene sea un nuevo ciclo con mayor prosperidad.
Hasta el más escéptico de los
seres humanos, piensa que es 'mejor creer' y se le hace inevitable cumplir
alguno de los ritos que acompañan la llegada del año nuevo.
Cada cultura tiene su creencia, y
así los distintos países y regiones transmiten sus ritos entre sus habitantes.
Uno de los que ha cobrado mayor celebridad en el mundo, tiene origen español.
Comer las doce uvas, una por cada campanada es una tradición tan remota como
popular. Su origen poco tiene de místico y mucho de comercial. En 1909 ante un
excedente de producción y a modo de estrategia, los productores de uvas crearon
la leyenda que comer esta fruta cuando dan las doce atrae buena suerte. La
leyenda perduró y hoy no sólo se aplica en su país de origen sino casi en toda
Latinoamérica.
En Méjico, además de comer las
doce uvas, sus habitantes suman un rito: barrer la casa de dentro a fuera para
sacar todas las impurezas y las malas energías del año anterior.
En cambio, en Perú, Honduras y
Ecuador el fuego es la constante. La costumbre indica que se debe escribir en
pequeños papeles aquello que deseamos expulsar de nuestras vidas, y luego se
introducen en un muñeco al que se prende fuego. El ritual alejaría todas
aquellos malos deseos que pueden afectarnos en el año que se viene.
El final de un ciclo en Costa
Rica está signado por una flor silvestre típica de la región llamada Santa
Lucía. Para atraer la buena suerte, hay que colocarla el primer día del año
dentro de la billetera, y se cree que así se conseguirá éxito en el aspecto
monetario.
Ecuador también tiene un rito
para atraer la fortuna. En la medianoche del último día del año, arrojan monedas
al aire y guardan dinero en sus zapatos para que el año próximo tenga un mejor
devenir económico.
En Uruguay, tirar los viejos
calendarios es la norma. Caminar por las calles de Montevideo, en los últimos
días del año, está signado por encontrar en todas las aceras viejos almanaques
que se arrojan desde las casas y las oficinas de la ciudad. Otra costumbre de
este país está protagonizada por las mujeres, quienes el 31 de diciembre visten
alguna prenda roja.
Si se encuentra en Colombia en
fin de año, no se sorprenda si ve a sus habitantes corriendo por las calles con
valijas en mano. El rito en este país indica que este acto traerá muchos viajes
y para que se cumpla hay que salir de las casas con las maletas y además dar un
fuerte portazo, ya que así también se aleja la mala fortuna.
En Brasil, vestir de blanco el 31
de diciembre es una costumbre extendida en todo el país. Además, en las zonas
costeras los brasileros reciben el nuevo año en la playa, dónde lanzan flores al
agua para alejar lo malo y atraer la buena suerte.
En Chile hay dos ritos que signan
el final de año. Uno es comer una cucharada de lentejas y otro, tiene como fin
atraer el amor, para ello se debe usar ropa interior de color amarillo el 31 de
diciembre.
Ritos, rituales y creencias,
costumbres culturales de hombres y mujeres que desean soñar un año con buenos
deseos.
Por Eugenia Plano | www.vidapositiva.com
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