El
verdadero color de la vía láctea, los exoplanetas, los observatorios voladores o
la materia oscura no son cosas de ciencia ficción, sino los últimos
descubrimientos en materia de astronomía presentados ante el público.
El más reciente congreso de la Sociedad Astronómica Americana, celebrado en
la ciudad estadounidense de Austin del 8 al 12 de enero, reunió a expertos de
todo el mundo que intercambiaron y presentaron las últimas novedades en el
estudio del cosmos.
A pesar de que todavía no sabemos si hay vida fuera de nuestro planeta, o que
no hemos conseguido llegar a Marte, los expertos aseguran que estamos en el
inicio de una nueva época en lo concerniente a nuestro conocimiento de otros
planetas. 'El telescopio Kepler y las microlentes gravitacionales nos están
llevando a una especie de nueva era en el descubrimiento de planetas', dijo a
BBC Mundo James Palmer, corresponsal en el congreso y experto en ciencia de la
BBC.
Se conocen muchos más planetas, se usan nuevas formas de observación y las
nuevas herramientas arrojan datos cada vez más esclarecedores sobre misterios
largamente desconocidos.
El verdadero color de la Vía Láctea
Aunque parece blanca vista desde la tierra, la apariencia de nuestra galaxia
se debe realmente a un truco de la luz. La pregunta es: ¿cómo se ve desde
afuera?
Un estudio basado en la comparación de la nuestra con otras galaxias dio un
resultado no muy sorprendente: blanco. Pero no cualquier blanco: concretamente,
el blanco de la nieve en primavera justo después del amanecer, o antes de la
puesta del sol.
'Para los astrónomos, uno de los parámetros más importantes es de hecho el
color de las galaxias', dijo a la BBC Jeffrey Newman, de la Universidad de
Pittsburgh. 'Esto nos indica la edad de las estrellas en una galaxia, desde
cuándo se vienen formando, y si son nuevas o de hace millones de años', añadió.
El descubrimiento llegó a través de un estudio de comparación con otras
galaxias, ya que todavía no nos ha sido posible viajar fuera de la nuestra para
poder observar a la Vía Láctea desde otro ángulo. 'No solo estamos mirando desde
dentro, sino que nuestra visión está bloqueada por polvo espacial', dijo Newman.
Para resolver el problema el profesor Newman decidió buscar otras galaxias
parecidas a la nuestra y observables desde la tierra, y a partir de ahí elaborar
un modelo
Con la información de millones de galaxias con similares características a la
Vía Láctea se hizo una media de qué color sería el más parecido al que tiene la
nuestra, y el resultado fue muy específico. 'La mejor descripción que puedo dar
es que si se observa nieve nueva de primavera, que tiene un buen tamaño de copo,
aproximadamente una hora después del amanecer o una hora antes de la puesta del
sol, se verá el mismo espectro de luz que el que vería un astrónomo alienígena
desde otra galaxia mirando hacia la Vía Láctea', explicó Newman.
Este descubrimiento es importante para determinar la edad de nuestra galaxia,
que según Newman tiene ya muchas estrellas en su fase de declive.
Cada estrella con un planeta
Usando una microlente gravitacional, un equipo internacional de científicos
encontró una serie de exoplanetas vinculados a estrellas que implicaría la
existencia de millones más, incluidos unos 10 billones parecidos a la tierra,
tan solo en nuestra galaxia.
El método que permitió este hallazgo consiste en usar la gravedad de una
estrella grande para amplificar la luz de estrellas aún más distantes y con
planetas a su alrededor.
Los astrónomos usan una serie de microscopios relativamente pequeños
conectados en red, y a través de ellos observan el raro evento de una estrella
pasando por delante de otra, según se ve desde la tierra. El equipo de
científicos usó recientemente este sistema para observar planetas, y aunque el
número descubierto fue relativamente pequeño, pudieron realizar una estimación
de cuántos pueden existir.
Aunque el telescopio Kepler ha sido la principal herramienta para descubrir
nuevos exoplanetas en los últimos años, las microlentes son mejores para
localizar planetas de todos los tamaños y a diferentes distancias. 'Tan solo en
los últimos 15 años hemos pasado de conocer unos 70 planetas fuera del sistema
solar a los 700 de hoy', dijo a la BBC Martin Dominik, de la Universidad de
Saint Andrews, en el Reino Unido.
Un observatorio volador
Importantes datos de un potente telescopio fueron revelados durante el
congreso. Hasta aquí todo normal, si no fuera porque el telescopio no estaba
situado en lo alto de una colina, sino en el lomo de un 747.
El Sofia u Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja, situado
encima de un avión, realizó 35 vuelos el año pasado, arrojando luz sobre la
nebulosa de Orión y nuestro vecino Plutón. El observatorio puede 'ver' a
longitudes de onda que ningún telescopio con base en la tierra o el espacio
puede observar.
Pero SOFIA también puede capturar luz visible para recopilar interesantes
datos: un equipo de científicos usó el observatorio para recoger datos de una
estrella cuando Plutón pasó por delante, visto desde la tierra. Los científicos
pudieron localizar el punto exacto en la tierra desde donde se vería mejor, y
usar el telescopio móvil para recogerlos.
Los misterios de la materia oscura
En el congreso se vieron también unas imágenes curiosas. Un equipo
franco-canadiense reveló las imágenes más grandes que se conocen de mapas de la
llamada materia oscura, la misteriosa sustancia que conforma el 85% del
universo.
La materia oscura es un tipo de materia que no emite ningún tipo de radiación
electromagnética (luz incluida), y que por lo tanto no puede ser observada por
telescopios, pero puede ser detectada a través del estudio de cómo afecta a la
luz reflejada por otros elementos en su cercanía.
Las cuatro imágenes fueron tomadas en las diferentes estaciones del año, cada
una capturando una franja del cielo tan grande como la palma de una mano vista
con el brazo extendido.
Estas imprentas constituyen un gran salto adelante en el entendimiento de la
materia oscura, y la forma en la que ésta afecta a cómo vemos la materia normal
en las distintas galaxias por la noche.
'La luz que nos llega desde una galaxia lejana es curvada por la gravedad de
los pedazos de materia que se va encontrando en el camino' explicó Catherine
Heymans, de la Universidad de Edimburgo.
'La teoría de la relatividad de Einstein nos señala que la masa tuerce al
espacio y al tiempo, así que cuando la luz se acerca a nosotros a través del
universo, si atraviesa parte de materia negra, su luz se curva y la imagen que
vemos llega distorsionada', dijo Heymans.
El estudio es 100 veces más grande que los anteriores mapas de la materia
oscura elaborados, provenientes del telescopio Hubble.
Los avances presentados en el congreso constituyen importantes
descubrimientos que darán mucho que hablar en el futuro. Aunque todavía no hemos
desvelado ni siquiera una ínfima parte de sus secretos, los avances vistos en
Texas nos acercan más al conocimiento de los entresijos de nuestro propio
cosmos.