Que los
pequeños y satisfactorios momentos son
los que
ciertamente colman nuestro bienestar.
Que la
amistad no se compra con dinero,
es un
sentimiento grandioso que no tiene precio.
Que es
necesario que nuestros ojos derramen lágrimas
en
algunos momentos para poder ver la luz y la claridad con toda su nitidez.
Que
"amar" no es el símil de "querer".
Amar para querer, querer para obtener, es
la semejanza en muchas personas.
Que
entrega a los demás no significa
la
obligación de tener que recibir forzosamente.
Que una
mirada y un silencio sincero compartido
dicen
más que una palabra dicha con hipocresía y hablando desde la mentira.
Que hay
que aprender a levantarse después de cada caída.
Que las
miradas hablan por sí solas.
Que la
palabra "amigo" tiene para muchas personas el significado de "conocido".
Que en
la amistad la distancia no tiene porqué ser sinónimo de olvido.
Dejame
quererte amig@,
asi mi mano a la tuya,
hagamos juntos el camino,
y
valoremos lo que perdura.