( está la foto de Susana Giménez, porque este artículo se publicó en su revista)
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14/2/2012 La soledad y San
Valentín No sólo es especial para
quienes tienen con quién compartirlo,
los solos
también pueden aprovechar al santo patrono del amor;
¡Este día
invitá a reflexionar a tu corazón!
Por Pilar Sordo | www.pilarsordo.cl
Martes 14 de febrero de 2012
En este mes, celebramos el día de
San Valentín o de los enamorados, en el que seguramente los que tienen pareja se
regalarán flores, animalitos de peluche, chocolates, y muchos de ellos cenarán a
la luz de las velas. Es un lindo día para hacerles un homenaje al amor, a la
ternura y al compromiso de elegirse, todos los días, para continuar juntos.
Sin embargo, frente a toda esta
felicidad y romanticismo, estimulado además por todos los medios, hay muchas
personas que están solas y que no podrán celebrar porque, literalmente, no
tienen con quién.
Al igual que en Navidad, Año
Nuevo y cualquier otra fecha de gran influencia mediática, es muy difícil
alejarse de lo que se supone debiéramos sentir ese día y, claramente, San
Valentín invita a los suspiros, al romanticismo y a la tremenda nostalgia de
querer más que otros días un fuerte abrazo y un beso, desde la más profunda
ternura y con mucha pasión.
Es un momento ideal para evaluar
cuanta importancia le damos al amor de pareja en nuestras vidas y cuanto estamos
dispuestos a vencer nuestros miedos para llegar a consolidar una linda relación
Gran desafío, entonces, para los
que estamos solos. Quizás, debamos aprovechar la invitación para agradecer los
amores que hemos tenido y, sobre todo, reflexionar y rescatar los aprendizajes
que hemos tenido con ellos, para decretar en lo más profundo de nuestro corazón
–si es que así lo queremos– que el próximo año estaremos acompañados. Y no por
cualquier persona, sino por una que nos hará sentir que encontramos al compañero
que anhelábamos para que camine con nosotros por la vida.
Si no queremos pareja, entonces
no debiera ser una fecha melancólica, sino un día más, como cualquier otro, sin
ningún tipo de resonancia en nuestros afectos (y nuestro corazón).
El día de los enamorados puede
ser una instancia de reflexión, de agradecimiento y, sobre todo, de
entendimiento. Es un momento ideal para evaluar cuánta importancia le damos al
amor de pareja en nuestras vidas y cuánto estamos dispuestos a vencer nuestros
miedos para llegar a consolidar una linda relación.
En un mundo que vive acelerado,
sin mucha paciencia, donde la tolerancia se reduce a casi cero y el temor al
compromiso nos impide muchas veces configurar una relación plena y sana, poder
celebrar este día es un regalo. No importa si se tiene con quién o no, porque
abrir el corazón, como para que pueda ocurrir, es una buena decisión que nos
puede llevar a celebrar, aunque sea en silencio, el día de los enamorados.
Dicen que en la vida es prudente
tener miedo, pero es de valientes vencerlo. Cuántos de nosotros dejamos muchas
posibilidades de poder amar de verdad por miedo. Vencerlo, confiar y cuánto nos
entregamos parece ser el centro de nuestra existencia. Hay que tener valentía
para volver a amar y para vivir el riesgo de no saber qué va a pasar. Dejarlo ir
puede ser un gran error. El amor es ausencia de miedo y llegar a caminar por ese
sendero no es nada fácil. Eso sí, hay que preguntarle al corazón si está
preparado.
San Valentín es además un buen
día para perdonarse, intentar comprender al otro y pensar en nuestras historias
de amor. Si hay alguien, no hay que perder la maravillosa oportunidad de decirle
cuánto lo amamos, algo que debiéramos hacer siempre; y si no lo hay, es un buen
momento para recordar, para decretar qué es lo que queremos y pensar si estamos
preparados para recibir un nuevo amor. Y, quizás, el próximo año celebremos
desde la otra orilla...
Link: http://www.revistasusana.com/1444592-la-soledad-y-san-valentin
Fuente: www.revistasusana.com
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