Te acordarás un día de aquel amante
extraño
que te besó en la frente para no
hacerte daño.
Aquel que iba en la sombra con la
mano vacía,
porque te quiso tanto que no te lo
decía.
Aquel amante loco que era como un
amigo
y que se fue con otra para soñar
contigo.
Te acordarás un día de aquel extraño
amante,
profesor de horas lentas, con alma
de estudiante.
Aquel hombre lejano que volvió del
olvido
solo para quererte como nadie ha
querido.
Aquel que fue ceniza de todas las
hogueras
y te cubrió de rosas sin que tu lo
supieras.
Te acordarás un día del hombre
indiferente
que en las tardes de lluvia te
besaba en la frente,
Viajero silencioso de las noches de
estío
que sembraba en la arena su corazón
tardío.
Te acordarás un día de aquel hombre
lejano,
del que más te ha querido porque te
quiso en vano.
Quizás así de pronto te acordarás un
día
de aquel hombre que a veces callaba
y sonreía.
Tu rosal preferido se secará en el
huerto
como para decirte que aquel hombre
se ha muerto.
El andará en la sombra con su
sonrisa triste
y únicamente entonces sabrás que lo
quisiste.
Autor: José Ángel
Buesa
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